Como venezolana, me duele profundamente ver lo que está pasando en mi país El régimen de Maduro cometió el fraude electoral más descarado que la región ha visto en los ultimos tiempos. La proclamación oficial de Maduro como presidente es más que ilegítima, y tú y yo lo sabemos. El Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha presentado las ‘actas oficiales’, bajo la excusa de un «jaqueo masivo». Ya no saben qué otra excusa inventar. La verdad es que Edmundo González ganó con un 60% de los votos. Las pruebas, valientemente, publicadas en internet por Maria Corina Machado y el Centro Carter lo confirman. Hoy veo a mi gente protestar incansablemente defendiendo esta verdad. Pero desgraciadamente, la represión está siendo  brutal, y por eso cuento contigo para que la verdad salga a la luz. Ya se reportan alrededor 20 asesinatos y quién sabe hasta donde va a llegar el régimen. Hemos visto persecuciones hasta en nuestras propias casas. Más de 2,000 venezolanos detenidos (y secuestrados) injustamente. Muchos de ellos trasladados a “El Helicoide”, el centro de tortura más grande de Latinoamerica y muchos sin derecho siquiera a un abogado. ¡No podemos dejar que estos crímenes queden impunes!Gracias a la presión que tu y miles están ejerciendo, hemos visto respuesta positiva de algunos paises –como Argentina y Estados Unidos– que han reconocido la realidad de lo que pasó el 28 de Julio y rechazado los resultados falsos del CNE.Pero sabemos bien de lo que Maduro es capaz. No podemos bajar la guardia. Tú y yo tenemos que seguir presionando para que más gobiernos se unan a la voz de millones de venezolanos que decidieron poner fin a la dictadura asesina. Quedarse callado, sólo los hace complices.Esta lucha es urgente y te necesitamos: con tu firma nos ayudas a presionar a todos los gobiernos de la region y a las instituciones internacionales para que condenen el fraude electoral y reconozcan a Edmundo González como el presidente legítimo de Venezuela.No podemos permitir que Maduro, el dictador comunista y todos sus complices continúen usurpando el poder en contra de la voluntad del pueblo, torturando y matando a los venezolanos. Firma esta petición para exigir a los gobiernos de la región , la OEA y la ONU que condenen el fraude y reconozcan la verdadera elección del pueblo venezolano. Es el momento de actuar para asegurar una Venezuela libre.Gracias por tu apoyo, de parte de toda Venezuela.Lucia González y todo el equipo de CitizenGOLa dictadura de Maduro es implacable y no se detiene. Nosotros tampoco. Si ya firmaste, comparte esta petición con todos los que conoces para amplificar nuestro impacto. Cada firma cuenta.Aquí está el correo que te envié hace unos días sobre éste tema: La libertad de Venezuela está en un punto crítico. El régimen de Maduro se niega a aceptar la voluntad del pueblo y ha cometido fraude electoral.Firma eixgiendo urgentemente que nuestros gobiernos y organizaciones internacionales reconozcan la verdadera victoria de Edmundo González y María Corina Machado y ejerzan presión sobre el régimen…Apoya al pueblo de Venezuela y exige justicia YA MISMO.FIRMA LA PETICIÓNHola Francisco R,¿Te imaginas vivir en un país donde tu voto no cuenta y donde podrías tener que morir para defenderlo?Como venezolana, esta no es solo una pregunta hipotética—es mi realidad. Nicolás Maduro y el régimen comunista han vuelto a socavar la democracia en mi país y coartar las libertades básicas. A pesar del apoyo abrumador para María Corina Machado y el candidato Edmundo González, el Consejo Nacional Electoral (CNE), bajo el control de Maduro, declaró una victoria fraudulenta proclamándolo como el presidente reelecto para un tercer periodo. Pero  sabemos cual es la verdad—María Corina Machado ha revelado valientemente a través de una plataforma en internet las actas de los centros de votación que muestran que Edmundo González ganó con más del 70% de los votos.No podemos permitir que esto quede así. El mundo necesita actuar rápidamente. Una respuesta global coordinada y rápida es crucial para evitar más derramamiento de sangre y apoyar al pueblo venezolano en su lucha por la democracia y la libertad.Firma nuestra petición exigiéndole a Estados Unidos, los demás gobiernos de la región, y organismos internacionales como la OEA y la ONU, que condenen el fraude electoral en Venezuela, reconozcan los verdaderos resultados y presionen al régimen comunista de Maduro.Esto no se trata solo de números y votos; se trata de las vidas y el futuro de millones de venezolanos que se atrevieron a buscar un cambio. En este momento, personas que conozco y amo están arriesgando todo, saliendo a las calles dispuestos a dar sus vidas para defender nuestros votos, nuestra voluntad y nuestro país. Pero como puedes imaginar, la respuesta del régimen ha sido brutal, con una represión extremadamente violenta que ha llevado a la muerte de al menos 16 personas, cientos de detenciones mas de 10 desaparecidos en las últimas 48 horas.Queremos una Venezuela libre, pero necesitamos tu ayuda.Firma nuestra petición para exigir acción de los gobiernos de la región y organismos internacionales como la OEA y la ONU, para que condenen el fraude y reconozcan los verdaderos resultados mostrados por María Corina Machado. ¡Presiona al régimen!El momento es crucial. Esta elección fraudulenta no solo amenaza a Venezuela, sino que también desestabiliza a toda la región. ¿Cuántos venezolanos más deben morir, sufrir o huir antes de que el mundo tome medidas decisivas? Las consecuencias de la inacción son terribles: más represión, más muertes y una crisis humanitaria en aumento que se desbordará hacia los países vecinos, muchos de los cuales ya están luchando por hacer frente a la afluencia de refugiados venezolanos.La OEA tuvo la oportunidad de exigir transparencia al régimen de Maduro, pero 11 países eligieron abstenerse. ¡Once! Países que supuestamente defienden los derechos humanos y la democracia en las Américas permiten que una dictadura siga matando a inocentes.  ¡Es una vergüenza al espíritu democrático que la OEA y su miembros dicen defender!¿Cuántos más tienen que huir o morir para que estos organismos tomen acciones? No podemos seguir tolerando esta hipocresía.Soñamos con una Venezuela libre, con regresar y reconstruir nuestra patria. Pero no podemos lograr este sueño solos. Hay esperanza, pero solo si actuamos ahora. Tu firma nos ayudará a presionar a estos gobiernos para que condenen la dictadura de Maduro y devuelvan la libertad a los venezolanos. Necesitamos una presión inmediata e implacable sobre el régimen de Maduro para que respete la voluntad del pueblo venezolano. Se necesitan tantas firmas como sea posible para lograr un verdadero impacto.Debemos actuar antes de que sea demasiado tarde.Firma nuestra petición ahora para instar a Estados Unidos, los organismos internacionales como la OEA y la ONU, y los demás gobiernos de la región a que condenen el fraude electoral en Venezuela, acepten los verdaderos resultados mostrados por María Corina Machado y presionen al régimen.Gracias. ¡Juntos, estamos luchando por la libertad de Venezuela!Lucia González y todo el equipo de CitizenGOP.D.: Una vez que hayas firmado, por favor comparte la petición con tantas personas como sea posible.Más información:https://chequeado.com/el-explicador/elecciones-en-venezuela-te-explicamos-lo-que-esta-pasando-con-el-resultado-las-actas-y-la-denuncia-de-fraude-de-la-oposicion/https://www.elmundo.es/internacional/2024/07/29/66a7e3b221efa0fd148b4593.htmlhttps://www.barrons.com/news/spanish/lider-opositora-denuncia-16-muertes-tras-elecciones-en-venezuela-f3eb7eef?refsec=topics_afp-newshttps://voz.us/en/world/240801/15057/oas-secretary-general-luis-almagro-calls-for-arrest-warrant-against-nicolas-maduro.htmlhttps://www.axios.com/2024/07/29/venezuela-election-protests-nicolas-maduro-photos  (En inglés)

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LA VIOLENCIA POLÍTICA EN CONTRA DE LA MUJER EN PUERTO RICO

“Cualquier persona que crea en la justicia y la democracia debería exigir un alto”.

Por Vanessa Santo Domingo 11 de abril de 2025 • 8:19 a. m. AST

4 minutos

ONU Mujeres define la violencia política contra las mujeres como “cualquier acto o amenaza de violencia, dirigido a una mujer porque es mujer, o que afecta de manera desproporcionada a las mujeres, con el propósito o efecto de desalentar, restringir o impedir su participación en la vida política y pública.»

Las mujeres que participan activamente en la política, como candidatas, funcionarias electas o líderes comunitarias enfrentan una forma de violencia que pocas veces se nombra y, por tanto, rara vez se denuncia: la violencia política en contra de la mujer. Esta no se manifiesta únicamente en ataques físicos o amenazas directas, sino en comentarios, cuestionamientos y acciones diseñadas para deslegitimar su autoridad, ridiculizar su cuerpo o reducir su capacidad a estereotipos sexistas.​

Sin embargo, en Puerto Rico no existe legislación o sentencias judiciales que prohíban o condenen la violencia política en contra de la mujer. Aunque la Sección 1 de la Carta de Derechos establece que: “La dignidad del ser humano es inviolable. Todos los hombres son iguales ante la Ley. No podrá establecerse discrimen alguno por motivo de raza, color, sexo, nacimiento, origen o condición social, ni ideas políticas o religiosas.”

En diciembre de 2024, tuve la oportunidad de participar como panelista en el Encuentro Nacional de Magistradas Electorales sobre Justicia Electoral con Perspectiva de Género, celebrado en Querétaro, México. Compartí espacio con varias integrantes de la Asociación de Magistradas Electorales de las Américas, en cuyos países, ya existen leyes específicas contra este tipo de violencia. Al exponer la realidad de Puerto Rico, me vi limitada a hablar de normas generales de igualdad y del derecho laboral. No tenemos un marco jurídico que proteja específicamente a las mujeres en el ámbito político.​

Para explicar la situación local, mencioné algunos eventos recientes. Uno de ellos ocurrió cuando el excandidato a la gobernación, César Vázquez, cuestionó públicamente el embarazo de la actual Gobernadora, sugiriendo que se debía aclarar si había sido concebido por gestación natural o subrogada. Este tipo de comentario, además de impertinente, constituyó un claro intento de socavar su legitimidad y capacidad como líder pública. También aludí a un episodio en el que un artista urbano, en presencia de Juan Dalmaú, se refirió a la Gobernadora con un término ofensivo que fue tomado como una broma. Estos comentarios no son aislados ni inofensivos. 

Recientemente, la Gobernadora ha vuelto a ser objeto de ataques y burlas relacionadas con su cuerpo, los cuales han sido minimizados bajo el argumento de que no constituyen “bullying” por tratarse de una figura de poder.  Debemos llamar las cosas por su nombre: estos ataques representan una forma de violencia política contra la mujer, dirigida a socavar su liderato y su participación en la vida pública.​

Curiosamente las feministas no han denunciado la conducta exhibida por algunos artistas y comentaristas, y algunas justifican dicha conducta bajo el estribillo que este gobierno de 100 días es “violento e insensible”. ¿Pero qué es el feminismo? La Real Academia Española lo define como el “Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre”. Mientras que la Enciclopedia Britannica, lo define como la «creencia en la igualdad social, económica y política de los sexos». 

La respuesta feminista ha sido silente. Un silencio que permite que estos patrones continúen. Y, peor aún, un silencio que parece ser selectivo. Porque cuando se trata de mujeres en posiciones de poder no son vistas como “aliadas ideológicas”, ahí la defensa parece desaparecer del radar de algunas voces feministas y progresistas.​ El feminismo, si es auténtico, no puede ser selectivo. No se trata de proteger solo a las que piensan como nosotras, sino de denunciar toda forma de violencia en contra de la mujer. La defensa de las mujeres en la política no debería estar sujeta a banderas ni colores.​

Cualquier persona que crea en la justicia y la democracia debería exigir un alto. Estamos en un momento histórico que como sociedad debemos reclamar un detente. La violencia política contra la mujer no solo hiere a las víctimas directas, sino que amenaza la participación plena de todas en los procesos democráticos.