Con la coraza de acero

Lo que no me mata me vuelve más fuerte.
Friedrich Nietzsche.
“Yo nunca había visto que a alguien en Puerto Rico se le cuestionara la maternidad. Hasta eso me han cuestionado. Me han cuestionado por ser gorda, por vestirme de la Mujer Maravilla, por mis propuestas; a mí me han cuestionado por todo y, sin embargo, no pueden combatir las ideas y es triste, porque yo no veo que a ningún varón le cuestionen nada de eso”, son palabras que Jenniffer González dijo en entrevista con EL VOCERO.
En nuestra historia política se han visto casos dramáticos de ataques al adversario por, meramente, haber un diferendo con sus ideas. A don Luis A. Ferré le dijeron de todo en la campaña de 1972. Fueron ataques fuertes. El Partido Popular había contratado al consultor político Joseph Napolitan, que era experto en campañas negativas, para desarrollar una estrategia que afectase la imagen del líder estadista. En el primer tomo de sus memorias Rafael Hernández Colón reconoce que fue injusto con él.
Igual pasó con Carlos Romero Barceló, acusado de asesino en la campaña de 1980. Fue mi primer voto y recuerdo que los ataques contra él eran a mansalva. Se demonizó de una manera criminal, y se elaboró la teoría de que él había dado la orden para los asesinatos del Cerro Maravilla y, al pasar el tiempo, no se presentó ni pizca de evidencia. Rafael Hernández Colón, su adversario y ya retirado de la política, demostró un gesto de generosidad y terminaron siendo amigos.
Pero tan pronto Jenniffer se inicia como representante a la Cámara es objeto de “bullying” y ataques de todo el espectro político. Primero vinieron desde su propio partido, que muchos de sus compañeros no la reconocían como líder y, peor aún, se oponían a que el PNP impulsara a una joven que ya descollaba con luz propia. Luego las burlas vinieron de los adversarios externos. Esto es algo que no lo experimentó en el Congreso de los Estados Unidos, pues allí la subcultura de la morbosidad no es permitida.
Como presidenta de la Cámara -la más joven en nuestra historia- su labor fue productiva. La notoria Ley 7 fue suavizada en la Legislatura y Jenniffer tuvo participación destacada. El proyecto original era un atropello y en extremo oneroso para los empleados afectados y para el resto del gobierno, igual para el sector privado.
Luego de las elecciones de 2012 se convierte en la portavoz de la minoría del PNP. No hubo lucha interna contra su liderato, y desde su escaño hizo un trabajo de fiscalización enérgico, pero con elegancia. Durante ese cuatrienio fue deferente y cooperadora con el presidente de su partido y con el proceso de reorganización.
Cuando en 2016 aspira a la comisaría residente las burlas no se hicieron esperar. La compararon con un personaje de la comedia puertorriqueña. Hasta periodistas eran parte de la mofa contra ella y con gallardía y elegancia rechazaba el insulto sin demostrar signos de malestar ni enojo. Todo por ser estadista, que somos los que peor sufrimos el prejuicio, y hasta el odio, de los independentistas y algunos sectores de la prensa. Sin embargo, creo que fue la experimentada periodista y autora de dos libros, Wilda Rodríguez, la que una vez tuvo un gesto de generosidad al entrevistarla en su programa radial.
En el Congreso comenzó a destacarse por sus buenos contactos dentro del Partido Republicano. Como congresista goza del privilegio de entrar al hemiciclo del Senado, lo que hizo muchas veces para abogar por proyectos a favor de Puerto Rico y adelantar la causa de la igualdad e, incluso, incorporaba a su calendario actividades congresionales dadas en distintos estados de la nación. Algo que también hizo don Carlos Romero Barceló.
Tiene la costumbre de contestarle los mensajes de texto a la gente. Lo que ha llevado a que se cree una relación simbiótica entre el electorado y ella, pues su teléfono es un recurso de ayuda al ciudadano. Lo digo porque he escuchado de personas mismas que se han comunicado con ella y al poco tiempo han recibido la contestación o las ha llamado un ayudante para la atención correspondiente.
Jenniffer González ha demostrado tener una coraza de acero contra los ataques burlones de la oposición y de algunos sectores de la prensa. Ha aguantado con valentía sin dejar de ser elegante. Lo que es un ejemplo para todos. Y creo que de los cuatro candidatos a gobernador es la que más se parece al puertorriqueño de carne y hueso.